Durante más de dos décadas, Televisión Española fue una de las grandes impulsoras de la ficción nacional.

Su catálogo albergaba títulos que no solo captaban audiencias, sino que también ofrecían calidad narrativa e innovación.
De ‘Isabel’ a ‘Estoy vivo’, pasando por ‘El ministerio del tiempo’ o ‘Gran Reserva’, muchas de estas ficciones dejaron una huella profunda en el público y en la industria.
Pero aquel músculo creativo parece hoy debilitado, atrapado entre decisiones erráticas de programación y una estrategia que ha diluido su impacto.
En su momento, series como ‘HIT’ o ‘Malaka’ rompieron moldes con propuestas atrevidas y poco convencionales para el prime time. La primera retrató con crudeza y frescura los conflictos adolescentes desde la perspectiva de un docente nada convencional, interpretado por Daniel Grao.
En su última temporada, incluso rompió la lógica narrativa llevando al personaje a un centro de rehabilitación. Por su parte, ‘Malaka’ apostó por un thriller sureño con una fuerte personalidad visual y autoral. Ambas reflejan esa época no tan lejana en que TVE era sinónimo de riesgo, mirada social y calidad.
Sin embargo, algo se ha torcido. La cadena pública parece haberse convertido en su peor enemigo. Estrenos pospuestos sin explicación, horarios cambiantes, ausencia de promoción sostenida y decisiones que desconciertan a sus propios seguidores han hecho mella.
La tercera temporada de ‘HIT’, grabada en 2022, no vio la luz hasta el verano de 2024. Y ‘La caza’, tras una segunda entrega de notable recepción, dejó pasar dos años antes de su regreso.

Su cuarta temporada ni siquiera será emitida por TVE: se estrenará en Movistar Plus+, uno de sus socios de coproducción.
Esta tendencia se ha hecho extensiva incluso a los derechos de explotación. Títulos recientes como ‘Los pacientes del doctor García’ han acabado disponibles en plataformas como Netflix, mientras que otras, como ‘Asuntos internos’, llegarán directamente a Disney+.
Aunque RTVE aparezca como coproductora, la exclusividad de visionado escapa cada vez más de su control. La coproducción, en lugar de reforzar su catálogo, lo disgrega.
Las dos últimas apuestas de La 1 ilustran bien este panorama. ‘Weiss & Morales’, una miniserie policíaca rodada en Canarias con Miguel Ángel Silvestre y Katia Feelin, aterriza este viernes en una franja tan complicada como infravalorada: la noche del viernes.
Con una duración de hora y media por episodio, la propuesta evoca fórmulas como la de ‘Crimen en el paraíso’, pero su lanzamiento sin apenas promoción y en competencia directa con ‘Tu cara me suena’ no augura buenos datos.
Por otro lado, ‘La frontera’, un thriller ambientado en la violencia política de los años ochenta, ha sido anunciada y lanzada con una celeridad inusual. La protagonizan Javier Rey e Itsaso Arana y cuenta con el respaldo de Prime Video. Es precisamente esta alianza lo que explicaría las prisas de TVE: tras su emisión en abierto, la serie pasará al catálogo de la plataforma de Amazon, que también ha aportado financiación.
Mientras tanto, otras ramas de la corporación, como la marca Playz o RTVE Play, han apostado por productos más pequeños pero innovadores. Series como ‘Drama’, ‘Dieciocho’ o ‘Esto no es Suecia’ han marcado una línea editorial más definida, dirigida a un público joven y digital. Aun así, siguen sin contar con una ventana potente para consolidarse.
Ni siquiera los seriales diarios, el formato que más estabilidad ofrece en la parrilla, están libres del vaivén. ‘La promesa’ y ‘Valle salvaje’, dos de las ficciones más vistas de la cadena, han sufrido alteraciones constantes en sus horarios. Pese a liderar su franja, sus emisiones se ven interrumpidas o desplazadas para dar cabida a otros contenidos menos rentables. Así, la fidelidad del público se pone a prueba innecesariamente.
TVE se enfrenta a una encrucijada: puede recuperar su papel como garante de una ficción nacional sólida y reconocible, o seguir difuminando su legado entre decisiones poco estratégicas. El talento y las ideas siguen existiendo, pero necesitan un rumbo claro, continuidad y una apuesta firme por lo que durante años hizo fuerte a la cadena pública. De lo contrario, sus series seguirán siendo vistas… pero en otras plataformas.