Ifakat ha irrumpido en la habitación de Suna, pero Abidin ha conseguido escapar a tiempo por la ventana. Sin embargo, la matriarca sabe perfectamente lo que ocurre entre ellos y no está dispuesta a permitirlo.

Llena de desprecio, Ifakat ha recordado a Suna que le advirtió sobre su futuro. Podía haberse quedado en la mansión si aceptaba casarse con Fuat, pero lo rechazó. Ahora, le ha dejado claro que no hay otra opción: debe casarse con el candidato que ha elegido para ella.

“¿Vale la pena derramar lágrimas por un chófer?” le ha preguntado burlándose, dejando claro que conoce perfectamente su relación secreta con Abidin.

Ifakat no solo ha despreciado los sentimientos de Suna, sino que también la ha humillado sin piedad: “Eres una estúpida. Nadie aprobará esta relación. Pobreza, indigencia… ¿A qué nivel entrarás en la casa donde tu hermana es la señora?”.Cada palabra ha sido un golpe directo al corazón de Suna. La humillación ha sido brutal, pero la advertencia es clara: esta vez, no podrá negarse.