Durante el vuelo hacia Marmaris, las tensiones entre Ferit y Kaya salen a flote. Kaya, incómodo con el lujo del avión privado, hace
comentarios sarcásticos que Ferit no deja sin respuesta. Seyran intenta mediar, pero su actitud conciliadora hacia Kaya agrava aún más la
frustración de Ferit. Mientras algunos intentan disfrutar del viaje, la tensión subyacente entre los miembros del grupo afecta la dinámica.
Mientras tanto, en el yal, Kazım aprovecha la ausencia de los demás para intensificar el caos. Su comportamiento provocador y sus comentarios sarcásticos sobre la familia Korán encienden la ira de Orán y Yakat, quienes luchan por mantener la calma. Aunque Gülgün intenta ignorar las palabras de Kazım, la atmósfera se vuelve cada vez más hostil. Para Kazım, el conflicto es una victoria personal; se pasea por el yal con una actitud triunfal, saboreando lo que considera su dominio psicológico sobre la familia.
En medio de este ambiente tenso, Alice Korán decide hablar con Atuk, un encuentro que revela profundas heridas emocionales. Alice confiesa las frustraciones acumuladas por los conflictos en el yal, admitiendo que soporta todo por el bien de Atuk. Por su parte, Atuk le responde con sinceridad, afirmando que no tiene interés en permanecer en el yal, salvo por su preocupación por Ferit y Seyran. Estas revelaciones dejan a ambos sumidos en un silencio lleno de emociones, reflejando las complejidades del pasado que aún afectan al presente de la familia.