Mientras tanto, Ferit recibió una llamada de Pelin, su voz quebrada por el llanto. La joven, temblorosa, le reveló lo sucedido con Serder. Sin
dudarlo, Ferit corrió a su encuentro, y en ese abrazo desgarrador, ambos cayeron en la tentación de lo prohibido. «No puedo olvidarte,
fuiste el primero en mi vida y serás el único. No me dejes, por favor, solo existo cuando estás cerca. Eres todo para mí», susurró Pelin,
jurando que no había sido capaz de seguir adelante sin él. Ferit, inmerso en la confusión, decidió pasar la noche con ella. A la mañana siguiente, con determinación, le ordenó marcharse con él a la mansión: «No te dejaré aquí, con ese hombre. Es un acosador, y necesitas que te salve».
En otro rincón de la ciudad, Seyran y Suna regresaron al despacho de Efe, donde el empresario les mostró un video de niños agradeciéndole a Seyran por aceptar trabajar en su proyecto. Con lágrimas en los ojos, Seyran, con una firmeza renovada, declaró: «Tenía dudas, pero ahora estoy decidida. Firmaré el contrato cuanto antes».