En los nuevos y tensos capítulos de Sueños de Libertad, los negocios vuelven a colocarse en el centro del conflicto, y esta vez es Marta, acompañada por Pelayo, quien se ve obligada a actuar con rapidez e inteligencia para evitar una catástrofe empresarial. La historia gira en torno al acuerdo con Cobeaga, un trato clave para el futuro de la empresa, que de pronto se tambalea, amenazando con desmoronarse y arrastrar consigo mucho más que cifras o contratos.

Todo comienza cuando Marta se entera de que Cobeaga —un poderoso empresario con el que llevan semanas negociando— está reconsiderando su participación en el acuerdo. Una serie de rumores, malentendidos y movimientos externos han puesto en duda la estabilidad de la empresa familiar, haciendo que el trato se congele de forma abrupta. La noticia es un jarro de agua fría para todos, pero especialmente para Marta, quien ha apostado gran parte de su credibilidad en la firma de este convenio.

En medio del desconcierto, Pelayo, con su estilo menos protocolar pero igual de comprometido, se ofrece a acompañarla y colaborar para recuperar la confianza de Cobeaga. Juntos emprenden una carrera contrarreloj en la que deberán enfrentar no solo obstáculos financieros, sino también tensiones internas, traiciones veladas y dudas personales que pondrán a prueba su fortaleza y su relación profesional.

La dinámica entre Marta y Pelayo se vuelve esencial en este proceso. Mientras Marta representa la precisión, la estrategia y el temple ejecutivo, Pelayo aporta intuición, cercanía y una capacidad para leer entre líneas que resulta fundamental. Ambos se complementan, aunque no sin fricciones. En varias escenas se los ve discutir con fuerza, plantearse caminos distintos y desafiarse mutuamente. Sin embargo, a pesar de las diferencias, comparten el mismo objetivo: salvar el acuerdo con Cobeaga y, con él, la viabilidad de la empresa.

Las gestiones para rescatar el acuerdo no serán fáciles. Cobeaga, hombre de negocios astuto y con fama de no perdonar errores, exige explicaciones claras y garantías que Marta no puede ofrecer de inmediato. Aun así, ella no se rinde. Decide presentarse personalmente ante él, acompañada de Pelayo, para exponer con transparencia la situación de la empresa y proponer un nuevo enfoque del acuerdo. En una reunión cargada de tensión, Marta deja de lado su postura corporativa y se muestra más humana, reconociendo errores pero también defendiendo con pasión el valor de lo que ofrecen.

Es en esa escena donde Pelayo interviene de forma clave. Con su lenguaje directo y sin rodeos, logra conectar con Cobeaga en un plano más personal, apelando no solo a las cifras, sino a la confianza, la visión a largo plazo y el compromiso de quienes trabajan día a día para levantar el proyecto. La combinación de ambos discursos —uno técnico y otro emocional— termina desarmando parcialmente la rigidez de Cobeaga, quien acepta reconsiderar su decisión, pero impone nuevas condiciones.

Mientras tanto, en la empresa, otros personajes observan el esfuerzo de Marta y Pelayo con distintos ojos. Algunos los apoyan y celebran su iniciativa, mientras que otros, por interés propio, desean que fracasen. Las tensiones internas no tardan en manifestarse, generando roces con otros directivos y sembrando nuevas dudas sobre el liderazgo de Marta. Sin embargo, ella se mantiene firme, convencida de que vale la pena luchar por este acuerdo, no solo por lo que representa a nivel empresarial, sino también como símbolo de su capacidad para liderar.

Finalmente, tras varios giros inesperados, cambios de estrategia y conversaciones cargadas de presión, Marta y Pelayo logran salvar el acuerdo con Cobeaga. No es una victoria total, ya que han debido ceder en ciertos puntos, pero sí lo suficiente para consolidar la alianza y asegurar el futuro inmediato de la empresa. El alivio se mezcla con la satisfacción y, aunque queda claro que los desafíos están lejos de terminar, ambos personajes salen fortalecidos de la experiencia.

Este arco narrativo no solo refuerza el crecimiento de Marta como figura clave dentro de la trama, sino que también muestra a Pelayo bajo una nueva luz: más comprometido, leal y preparado de lo que muchos pensaban. Juntos demuestran que, cuando la ambición se alía con la voluntad y la transparencia, incluso las situaciones más delicadas pueden superarse.

En resumen, Sueños de Libertad nos entrega un episodio cargado de tensión, estrategia y redención, donde Marta y Pelayo luchan codo a codo para salvar un acuerdo crucial, demostrando que la unidad y la perseverancia aún pueden inclinar la balanza en el despiadado mundo de los negocios.